Teka podría presentar un ERTE en su planta de Santander debido a las turbulencias económicas. La renovación del convenio colectivo sigue en negociación.
La planta de Teka en Santander, compuesta por cerca de 250 empleados, se ha visto afectada por diversos factores, como la pandemia, la crisis de suministros y la guerra entre Rusia y Ucrania. En 2012, la compañía anunció su intención de despedir a casi la mitad de la plantilla, pero finalmente las cifras no llegaron a esos extremos. Desde entonces, la fábrica ha enfrentado varios desafíos, incluyendo la quiebra de la fallida fábrica de estufas impulsada por Ecomasa, que empleó a algunos trabajadores de Teka.
El pasado octubre, en medio de la crisis por el despido de dos trabajadores de Teka que conformaban un matrimonio, el comité de empresa de la fábrica de Santander tuvo la oportunidad de entrevistarse con el consejero delegado del Grupo, Stefan Hoetzl. Durante la reunión, se discutieron las perspectivas de futuro de la organización y las expectativas para el centro industrial cántabro. Según el presidente del comité, Luis Fernández (UGT), la compañía quería mantener la planta en Santander, pero advirtió que el próximo año sería difícil y habría sacrificios.
Sin embargo, parece que las turbulencias ya están afectando a la fábrica santanderina. Los sindicatos se reunieron recientemente con la Dirección de Cajo, y esta última anunció que es «casi seguro» que la organización presente un ERTE para el centro regional a partir de la semana que viene. La corporación aún no ha proporcionado toda la información al respecto.
En este contexto de incertidumbre, las partes aún deben cerrar la renovación del convenio colectivo. La representación social ha presentado una nueva propuesta centrada exclusivamente en el aspecto económico, con la esperanza de firmar el convenio lo antes posible. La Dirección responderá la próxima semana para poder avanzar en las conversaciones.
