La inflación aumentó un 4,1% en abril debido al menor descenso de los precios de la electricidad y al aumento de los carburantes.
La inflación ha vuelto a aumentar en abril, después de un espejismo estadístico en marzo cuando los precios cayeron en comparación con el récord de un año antes en el inicio de la pandemia. Este mes la inflación aumentó un 4,1%, lo que supone un aumento de ocho décimas en comparación con el mes anterior, cuando la tasa se situó en el 3,3%. El repunte de la inflación era esperado ya que, aunque algunos de los costes que más impactan en el día a día de las familias han disminuido, se comparan con los de abril del año pasado, cuando se pusieron en marcha las primeras medidas anticrisis, como el descuento de 20 céntimos en los combustibles, que consiguieron bajar artificialmente la inflación.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el aumento superior al 4% se explica por el descenso menor de los precios de la electricidad en el último mes en comparación con abril de 2022 y el aumento de los carburantes, que bajaron en abril del año anterior. Sin embargo, los alimentos y bebidas no alcohólicas han aumentado menos este mes que hace un año. De hecho, la tasa de inflación subyacente, que excluye los productos más volátiles como la energía o los alimentos no elaborados, se sitúa en el 6,6%, lo que supone un descenso de un punto porcentual.
Para el Ministerio de Economía, esta disminución de la inflación subyacente se explica «por la ralentización del precio de los alimentos». No es que sus costos hayan disminuido, sino que han aumentado de forma menos acelerada que en meses anteriores. Habrá que esperar hasta mediados de mayo para comprobar el aumento de la cesta de la compra diaria, cuya tasa se situó por encima del 16% en marzo.
