Maximiza tu antigüedad laboral: Evita pérdidas de beneficios. Aprende cómo reclamar y mantener tu experiencia en la empresa.
Si has estado dedicando tiempo y esfuerzo a una empresa, ¡asegúrate de que eso no pase desapercibido en tu nómina! La antigüedad es más que un número en papel, es una recompensa por tu dedicación y un seguro para tu futuro. Aquí tienes algunos consejos para que tu empresa no te robe ni un día de tu merecida antigüedad.
1. El valor de tu primer día: Desde el primer día que pusiste un pie en la empresa, tu contador de antigüedad comenzó a sumar. Incluso si comenzaste con contratos temporales o a través de una ETT, tu antigüedad cuenta desde el principio. No dejes que te quiten un solo día de esos años de antigüedad.
2. Cambios de empresa, No de antigüedad: Si alguna vez cambias de empresa por una subrogación u otro motivo, asegúrate de que tus años de servicio te sigan. Tu antigüedad no debería reiniciarse en cada cambio. Mantén un registro de tus días de trabajo, ¡tu bolsillo lo agradecerá cuando llegue el momento!
3. No dejes que se esfume tu derecho: Si estás en la empresa actualmente o si te encuentras en la desafortunada situación de un despido, no dejes que tu antigüedad se escape sin pelear. Puedes reclamar lo que es tuyo, ya sea dentro de la empresa o en el proceso de impugnación durante una reclamación por despido.
No dejes que el tiempo que has invertido en una empresa se esfume en una nube de incertidumbre. Tu antigüedad no solo influye en tu salario, sino también en beneficios adicionales. Así que mantén un registro de tus días de servicio, asegúrate de que tu historial te acompañe en cada cambio y no dudes en defender lo que te pertenece. ¡Protege tu antigüedad y asegura un futuro más sólido!»