BSH Electrodomésticos busca ajustes en su plantilla ante desafíos económicos
La industria cántabra enfrenta nuevos desafíos con la noticia de que BSH Electrodomésticos ha propuesto la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en su fábrica de Santander, con la intención de despedir a 40 de los 346 empleados el próximo año. Esta decisión empresarial, anunciada por la Federación de Industria de Comisiones Obreras (CC.OO), ha generado críticas hacia la estrategia de la Dirección de la empresa. Esta estrategia se basa en un plan de reducción de la plantilla que podría extenderse hasta 2028 si no se logra reducir los costos actuales de la factoría.
La fase de consultas del ERE está programada para comenzar el 6 de noviembre. BSH ha justificado estos despidos por la disminución de las ventas, causada por la guerra en Ucrania, uno de sus mercados clave, y la consecuente reducción de la producción. Según la empresa, esta caída en la producción no es temporal y se prevé que sea estructural entre 2024 y 2028. BSH se especializa en la fabricación de cocinas de gas, un segmento que está experimentando una disminución en Europa, como se ha evidenciado en el notable declive en Gran Bretaña.
CC.OO. de Industria en Cantabria ha señalado que solo han recibido información sobre la apertura de un período de consultas para el ERE y que proporcionarán más detalles cuando se inicie el proceso y se facilite la documentación correspondiente. Vale la pena recordar que los empleados de la fábrica ya han estado bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) desde finales de 2022, debido a la situación en Ucrania.
El sindicato se compromete a luchar por la preservación de los empleos y puestos de trabajo una vez que se conozcan los detalles concretos del ERE. Según la información inicial, se espera que los despidos afecten tanto a la producción como a las áreas administrativas, con 29 empleados en el taller y 11 en las oficinas.
Este ERE se enmarca en un problema generalizado de competitividad en varias industrias cántabras, ya que el grupo BSH argumenta la necesidad de ajustar sus operaciones debido a tensiones en Europa. Por lo tanto, es probable que se planteen más despidos en el futuro.
Carlos Romero, presidente del comité de empresa (UGT), ha adelantado que BSH está considerando al menos otros 20 despidos hasta 2028, aunque esto aún no se ha confirmado por escrito. La caída estructural en la producción y las ventas en los próximos años se considera el factor principal detrás de esta medida, más que la guerra en Ucrania, que ya ha provocado un ERTE en la empresa.
La negociación de un nuevo convenio el próximo año también influirá en la decisión de llevar a cabo los otros 20 despidos. Se espera que esta negociación dependa de la capacidad de reducir los costos fijos de la fábrica cántabra y de mejorar su competitividad. Esta medida se presenta como un elemento de presión antes de iniciar las negociaciones.
Hasta el momento, no se han revelado los criterios específicos que determinarán quiénes serán los afectados por estos despidos. La incertidumbre rodea este proceso, ya que aún no se han proporcionado documentos formales sobre el ERE.