Sindicatos y empresarios firman un histórico acuerdo que recomienda subidas salariales del 4% en 2023 y del 3% en 2024 y 2025.
Después de más de un año de intensas negociaciones, incluyendo un período de bloqueo, los sindicatos y la patronal finalmente concluyeron con éxito el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), lo que resultará en el mayor aumento salarial para los trabajadores españoles en décadas.
Los líderes de CC.OO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, junto con los presidentes de CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, firmaron el acuerdo sorpresa el pasado viernes y recomendaron un incremento salarial del 10% entre 2023 y 2025, que podría alcanzar el 13% dependiendo de la inflación. La ceremonia tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes, un lugar neutral, y a diferencia del acuerdo anterior, no contó con la presencia de ningún miembro del Gobierno. Querían evitar cualquier tipo de utilización partidista, especialmente en medio de la precampaña electoral, ya que destacaron que este logro les compete exclusivamente a ellos.
«Garamendi enfatizó: «Aquí no hay un veto de nadie ni contra nadie», pero también subrayó que «es cierto que queremos resaltar el valor del diálogo social bipartito, ya que hemos estado celebrando acuerdos durante 45 años».
De esta manera, los sindicatos y la patronal establecen las directrices para los próximos años en los 1.400 convenios colectivos que aún deben actualizarse, y lo hacen por primera vez «en un contexto de inflación como el actual», según señaló el líder de CC.OO. Recomiendan aumentos salariales del 4% en 2023 y del 3% tanto en 2024 como en 2025, con una cláusula de revisión salarial que, en caso de desviación de la inflación, podría implicar incrementos adicionales de hasta el 1% para cada año del acuerdo (2023-2025). Estos ajustes se aplicarían al inicio del siguiente ejercicio y no de forma retroactiva.
No obstante, el acuerdo, que consta de 32 páginas, establece que los negociadores deberán tener en cuenta las circunstancias específicas de sus respectivos ámbitos para fijar las condiciones salariales y adaptarse a la situación de cada sector o empresa, ya que sus realidades son «muy diversas» en términos de crecimiento, resultados e impacto del salario mínimo interprofesional (SMI). Todo ello con el objetivo de mantener y crear empleo.